la racionalidad de la razón esotérica I

de la mente a la ecología. del átomo al orgon. de los astros a los hemisferios del cerebro. estudiar un mundo que se pretende a sí mismo capaz de hablar de todo es una tarea bastante titánica, una vez que uno se toma en serio su discurso, por más descabellado y reñido con la razón que nos parezca. se hace urgente entonces definir qué es lo que puede entenderse por una posible razón esotérica: qué la caracterizaría y la distinguiría de otro tipo de razón.

a ese respecto se me ocurren tres características generales. la razón ocultista es 1) holista, 2) crítica de la filosofía occidental y 3) decididamente pop. podríamos agregar esto un espíritu que la inunda cual es el de ser paradigmática, es decir, anunciarse a sí misma como un cambio epistemológico, una buena nueva con consecuencias sociales, políticas y éticas (i.e. «la era de acuario»).

la racionalidad esotérica es holista por varias razones. la más simple y evidente es que entiende a los fenómenos, en especial al ser humano, en términos integrales o integrados (que ella misma confunde a veces con un cierto monismo light), rechazando el dualismo occidental entre cuerpo y mente, materia e idea, aquí y ahora vs más allá. esta concepción integrada la lleva, luego, a considerar que todo elemento que afecta la existencia del hombre merece ser explorado y problematizado, de ahí el eclecticismo y la pluralidad de sus intereses como decíamos al comienzo de este post. a esta mirada holística corresponde una materialización tecnológica cuyos instrumentos son capaces, justamente, de trabajar con lo inagotable como premisa. la astrología, como sistema de puesta en relación de variables múltiples, y más recientemente la cibernética, que ha hecho lo mismo, pero con las credenciales universitarias pertinentes, son dos ejemplos canónicos de este tipo de pragmática esotérica. la idea que subyace a este ensamblaje entre intereses interminables y sistemas de integración múltiples es la complejidad, idea que es el fundamento libidinal del mundo esotérico.

la segunda idea, completamente entrelazada con la primera, es la de una crítica radical a lo que llaman la filosofía occidental. la razón esotérica, tal como el pensamiento posmoderno (con el que coincide y se confunde, como veremos más adelante) denuncia y denosta lo que entiende como la metafísica dualista heredera de parménides, platón, aristóteles, descartes y el positivismo decimonónico. su percepción integradora de la realidad está inevitablemente reñida con un modelo a la vez dualista y progresista del conocimiento. el devenir y la inmediatez, como ideas rectoras, fundamentan la intención esotérica de tenerlo todo de una vez y ahora y aquí mismo. de ahí su rescate, en la tradición occidental, de figuras como heráclito, spinoza o nietzsche. y de heidegger y la relatividad, en el siglo xx. de ahí también su constitutiva relación con las filosofías orientales, especialmente el hinduismo, el budismo y el taoísmo y su indeterminación feliz.

por último, la razón esotérica es pop. su hisrtoria (de la que hablaremos algún día) se ha ido configurando a través del tiempo en oposición al saber institucionalizado, al dogma y al elitismo, tanto de la religión como de la ciencia. secreta –propiamente esotérica– o abierta –la revolución exotérica, propia del new age– siempre ha buscado configurar un saber y una técnica abiertas a todo quien quiera escuchar su mensaje y trabajar con sus métodos. con esto queremos decir que si bien al hablar de esoterismo nos imaginamos una práctica cerrada, oculta y secretista, desde sus tiernos comienzos la razón esotérica ha pretendido ser universalizante, portadora de un mensaje para todos los hombres. por eso es que, a partir del siglo XIX, su influencia se ha dado a través de las industrias culturales más masivas: la literatura, la prensa, el manual, la televisión, la Internet…

En nuestro próximo post: la razón esotérica y «el nuevo paradigma»

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7 respuestas a la racionalidad de la razón esotérica I

  1. licerdo dijo:

    ¿se es paradigmático sólo por anunciarse como tal? el esfuerzo hacia la comprensión y crítica de la razón esotérica, o de cualquier otra, ¿no debería describir el carácter y enumerar las divergencias de dicha razón, respecto a otras, y no contentarse con puntualizar lo que ella dice de sí misma? supongo que en la próxima entrega profundizaremos en lo paradigmático que es el esoterismo.

    Me gustaría también que profundizara en su argumentación respecto a que la razón esotérica se distinguiría de otros paradigmas del conocer por ser «pop». Cuando señala que «desde sus tiernos comienzos la razón esotérica ha pretendido ser universalizante, portadora de un mensaje para todos los hombres», la fórmula «razón esotérica» parece porder ser intercambiable (y lo ha sido) por un sinfín de ideas, razones, escuelas y espistemologías; por «cristianismo», «positivismo», «ciencia», «ilustración»…

    • Matías Wolff dijo:

      hola señor, gracias por su comentario.
      es importante el punto que se señala sobre la condición paradigmática y la relación entre vocación popular y universalismo. sobre le primer punto, usted apunta certeramente a una dificultad que yo entiendo metodológica y que tiene que ver con, digamos, el grado de confianza que la propia investigación tiene en el discurso y el despliegeue técnico que desarrolla la razón esotérica. y por confianza no entiendo ni empatía, ni simpatía, ni acordar más o menos verdad. simplemente pretendo imaginar cómo sería un mundo si es que fuera regido por la razón esotérica. qué cosas se articularían en él? de qué manera? con que objetivo? entre quiénes? ahí es que aparece esta vocación paradigmática: el esoterismo, sobre todo en su variante new age, pretende establecer la llegada de un nuevo tiempo, de una neuva forma de ver las cosas, en la que todo está cambiando: la ciencia, la espiritualidad, la terapia, la educación, la política, la organización. en vez de investigar si realmente se han producido tantos cambios en cada uno de estos ámbitos o si la razón ocultista entiende efectivamente de lo que está hablando cuando se fija en el potencial revolucionario de la física cuántica, el ambientalismo o la cibernética, me parece mucho más interesante seguir su razonamiento y ver hasta dónde puede llegar, con que monstruosidades puede salir, qué es capaz de construir. por qué? porque creo que así se develan elementos que no aparecerían si uno cortara la cadena de relaciones que ella misma pretende. si el new age habla de todo y al mismo tiempo, pues no nos queda otra que seguirlo a todas partes, simultáneamente. si esta compleja (oh, categoría emic!) paleta de misticismo (cuasi)cientifizado y psico-espiritualidad se pretende a sí misma, como en las concepciones más tradicionales de la antropología, una cosmovisión coherente y universal, una forma de pensar las cosas de manera holística, orgánica y general; en sus propias palabras – que traslucen su genealogía – un paradigma, pues debemos confiar en ella y seguirla tan lejos como quiera ir.
      sobre el segundo punto, tiene usted razón en que la razón esotérica es tan universalizante y de vocación masiva como otras racionalidades aliadas o contarias a ella. la frase que cita, sin embargo, me parece un poco sacada de contexto, pues no creo que pueda ser entendida sin tener presente lo que he dicho antes: que esta racionalidad ocultista «se ha ido configurando a través del tiempo en oposición al saber institucionalizado, al dogma y al elitismo, tanto de la religión como de la ciencia.» creo que ahí está la clave para entender el carácter «pop» de lo esotérico: es la consecuencia natural de un interés general sumado a un rechazo de lo institucionalizado.
      su pregunta y la del lector anterior me han hecho pensar que lo pop tiene dos caras cuando caracteriza al mundo esotérico: una más anti-institucional y desconfiada del saber y el poder tradicionales (desde la universidad al estado), pero no necesariamente masiva, que podría ser aquella de los movimientos cúlticos y sectarios; otra más masiva, menos elitista e interesada por los medios de comunicación y la entrada al mercado de servicios.

  2. Miguel dijo:

    Saludos y felicitaciones por el blog. Están súper buenas las tres características, sobre todo pensando en un objeto tan difícil de agarrar. Sobre la tercera comentaría lo siguiente: me parece que los medios a través de los cuales se expresa ese espíritu universalizante van de la mano con condiciones políticas y sobre todo económicas determinadas (por ejemplo, redoble de tambores… el mercado). Esto permite comprender o discriminar mejor entre los núcleos alrededor de los cuales se producen los mayores «avances» o usos más intensivos de los métodos new age (las élites), y los sectores más masivos. Pregunta: ¿es posible hablar de movimientos o tendencias new age que sean o hayan sido genuinamente «populares»? ¿O acaso es que simplemente cada sector, según sus características, utiliza los métodos y conocimientos new age para reproducir su modo de vida (las élites para hacer más productiva la empresa y la dueña de casa para leer el horóscopo o «sanarse»)? En el fondo, pensaba en la relación entre capitalismo y new age de la que te había escuchado hablar… saludos transatlánticos!

    • Matías Wolff dijo:

      hey, gracias por las felicitaciones! sobre tu pregunta, creo que tienes bastante razón cuando dices que existe un espacio diferenciado de exploración que obedece tanto a la estructura social como al desarrollo del propio capitalismo. en chile, por ejemplo, hasta los años 20, el esoterismo era casi un monopolio de las clases más acomodadas, liberales y anticlericales (pese a que ya se asoman tímidamente algunas publicaciones más masivas y existen intereses de parte del proletariado por acceder al saber parapsicológico (cf. Manuel Vicuña, Voces de Ultratumba); esa configuración de clase se vuelve a repetir con los movimientos más cúlticos de los años 60, como silo o el grupo arica, de óscar ichazo, de los que se comentaba que estaban «llenos de niños pitucos», y que eran percibidos tanto por la izquierda como por la derecha como una alienación intolerable; y ocurre nuevamente, como bien dices, con los seminarios de coaching empresarial con bailes, mantras y retiros que cuestan un ojo de la cara y que buscan reformular al capitalismo mediante una nueva forma de gobierno y desarrollo del elemento humano.
      ahora bien, a partir del año 40 empieza una expansión de la masividad principalmente a través de revistas y publicaciones periódicas. se empiezan a incluir horóscopos en los diarios, empieza el avisaje de las videntes, de la astrología, de los primeros cursos de yoga y meditación, se conoce el naturismo y la vida sana, se comienza a hablar de psicoterapia. ya para los años 60 se puede ver un campo masivo más consolidado, incluso a nivel institucional (ie. los cursos de soublette en la católica sobre taoísmo y filosofía oriental; las experiencias con drogas en terapia en la clínica psiquiátrica de la chile). un hito importante en esos años es la creación de la revista paula (1967) que comienza a reportear este mundo relacionándolo fuertemente y de manera temprana con la liberación personal, particularmente de la femenina.
      en fin, la relación entre el capitalismo –mercado– y el new age es uno de los temas rectores de este blogcillo así es que volveremos a él en una siguiente emisión

  3. Gran blog:

    Tal vez hables más adelante de esto, pero pregunto breve para evitar grandes disquicisiones:

    ¿en qué medida puede rastrearse en una genealogía occidental de lo new age (o es una genealogía de lo new age occidental, paso la pregunta de sobrepique) un ‘enraízamiento’ (palo gratuito a técnica de psicología humanista, jeje) de la racionalidad oriental (filosofía, religión, budismo, etc.) en occidente?

    Ciertamente tuvo una entrada fragmentada, precisa y profunda a mediados de los horrorosos ’80 en USA como un revival tolerable de los hippies, comunistas, liberales de los ’70, pero esa lectura es algo simple; de ahí me pregunta.

    Me surge ahora la pregunta por lo new age en Oriente.

    Abrazo y esperamos más posts

    • Matías Wolff dijo:

      es una muy buena pregunta esa. y la podría responder sólo parcialmente, pues no he investigado mucho más allá del siglo veinte. sé, sin embargo, que especialmente en alemania, ciertos filósofos, como schopenauer y nietzsche, ya miraban oriente con interés. en la literatura el caso canónico es quizás el de herman hesse y en la espiritualidad tenemos a la teosofía y a la antroposofía que son directamente tributarios del hinduismo y le budismo. luego vienieron las aproximaciones más pop con el hippismo y la contracutlura, desde kerouac a los primeros tibetanos en california, si olvidar a esalen en big sur. la entrada en el momento del new age duro (cuando surge el nombre) hacia los años 80 ya contaba con todos estos antecedentes y muchos otros y su salvajismo ultraliberal tiene que ver más con el cambio del capitalismo que con una lectura muy novedosa de oriente, que siempre significó un lugar donde poder desprenderse de las culpas y las seriedades de la ilustración y el poder disciplinario gracias a la indeteminación, la ligereza y la promesa de la salvación interior.
      en chile, resepcto a esa primera tradición, el caso más interesante es el de serrano: amigo de hesse, embajador en india durante nehru, amante de su hija, indhira ghandi, fanático germanófilo, neo-nazi, esotérico rematado, teórico de la conspiración (en este caso judía) y compañero epistolar de jung. no protagonizará mi tesis porque meterse con la literatura me dio miedito, pero puchas que lo utilizaré para condimentar el relato.

      • Miguel dijo:

        Cómo olvidar esas primeras líneas de las Memorias del Sr. Serrano:
        «Hoy, 25 de junio del año 105 de la Era Hitleriana, año 1994 de la era judeo-cristiana, en el Solsticio de Invierno, en la vieja ciudad de Valparaíso, del país llamado Chile, doy comienzo a estas Memorias…»

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